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  • Meritxell Margarit

[MIRANDA] - 365 dias 365 vidas

Updated: Nov 5, 2023

Miranda, me contactó en una mañana suave de mayo. Intuí una mujer alegre, nerviosa y cercana. Me sorprendió la urgencia en venir a verme. Hablamos el tiempo suficiente para darme cuenta que su voz ocultaba un dolor profundo. La muerte de su primera hija neonata, un drama que sólo puede entender el que lo ha vivido.

Admiro profundamente los padres coraje que se enfrentan al peso de sobrellevar a cuestas este dolor.


-“Llevo 4 meses de baja. Y ya necesito ayuda. No puedo yo sola. Lo he intentado, pero esto me supera. Me estoy dejando apagar. Necesito ser yo de nuevo. Quiero salir de casa de nuevo. No sé quién soy ahora mismo. Y echo de menos la que fui. ¿Puedes ayudarme?”


Miranda llevaba semanas sin salir de casa. No tenía fuerzas para enfrentarse a la vida. Y esperaba que la vida cambiara de rumbo para volver a ser la que los demás esperaban que fuera..


Empezamos nuestras sesiones. Recuerdo la primera con especial emoción. De cuerpo menudo, de movimientos ágiles, sonrisa fácil, y unos ojos que llevaban tiempo sin brillar. Soy consciente que, como profesional debo mantener la distancia, y objetividad, pero he de reconocer que tuve que sobreponerme a su historia. Respiré hondo varias veces para mitigar mi emoción. Imagino que ella no lo percibió.


Ciertamente el fuego de Miranda estaba apagado de tristeza. Su carácter espontáneo, generoso, divertido, incluso impulsivo, se estaba apagando.

La tristeza, estaba ganando terreno. Una mujer que vivía para y por los demás. Se entregaba de forma generosa, con una sonrisa amplia y cálida. Se sentía decepcionada. Se dio cuenta que el mundo no respiraba como ella esperaba que lo hiciera y descubrió que su entorno no era como ella imaginaba..Y eso dolía. Una rabia interna le sugería “pasar” de todos. Cuanto más instalada estaba en esa actitud, más sufría.


El fuego natural de Miranda, era generoso, amable, cercano para sentirse incluido e integrado. Un fuego le cuesta lidiar con el rechazo o con lo que él interpreta que es un rechazo. No podemos olvidar que todo lo que percibimos es una interpretación subjetiva de la realidad.

El fuego compra Amor a cualquier precio. Miranda necesitaba tomar conciencia del precio que estaba pagando para sentirse querida. Debía cambiar la dirección de la flecha. Iniciar el viaje en su interior. Miranda había crecido con la creencia de que su valor dependía del valor proporcionado por los demás. Era prisionera de la opinión ajena. !Qué carga tan pesada¡

Incorporar los límites fue una experiencia sorprendente. Descubrió que cuando mejor lo hacía, mejor se sentía y esa llama interna afloraba. La pérdida seguía estando, pero la forma de vivirla tenía otro color.

Meritxell Margarit

BaziLifeCoach

meritxellmargarit.com




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