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Meritxell Margarit

El Feng-shui busca el equilibrio, no la perfección


Arquitectura de la energía.

El fengshui es una herramienta que nos ayuda a adaptarnos al medio. Sabemos que todo cuanto nos rodea emite una frecuencia. Un paisaje, una mesa, un espacio pequeño, un techo muy alto, o muy bajo, están emitiendo información y nosotros también somos emisores y receptores de frecuencias.

Se trata de aprender a identificar qué información me transmite el espacio que me rodea.

Sabemos que nuestro inconsciente puede procesar y detectar 20 millones de estímulos por segundo y el consciente solo puede procesar 40. Con lo que vemos que hay mucha más información disponible de la que imaginamos. Y el Feng-shui lo que hace es ayudarnos a aumentar nuestra consciencia.

Si somos capaces de identificar que me favorece, no es mejor utilizarlo a nuestro favor?

Es lo mismo que podemos hacer cuando sentimos que alguien no nos conviene. Por ejemplo una persona tóxica, su compañía me desgasta, y agota mi energía. Con el espacio ocurre algo parecido.

Y la pregunta que me harás es la siguiente:

¿Cómo puede un espacio debilitarme?

Bien. Para determinar que es aquello que nos es más adecuado, hay otras variables a tener en cuenta:

Primero, vivir en un hábitat donde predomine la coherencia entre las formas, texturas, colores, etc.

Segundo, la fecha de nacimiento nos aporta una información muy valiosa sobre nuestra personalidad. Carácter, aptitudes. Y si nos ceñimos a la MTC sabremos qué elemento es nuestro patrón más dominante.

Tercero, debemos saber si el espacio donde pasamos más tiempo (dormir por ejemplo) es saludable. Libre de geopatías, betas de agua, etc. Hay estudios clínicos que defienden una relación directa entre el cáncer- fibromialgia y las geopatías.

Y por último nuestra actitud frente la realidad. Sabemos que la realidad neutra, sencillamente lo que cuenta es lo que hacemos con lo que sentimos.

Volviendo al elemento dominante, imagina por ejemplo una persona nacida el 24 julio de 1964 a las 7:39 am en Barcelona, tiene una dominancia del elemento tierra.

A grandes rasgos:: La veremos como una persona sosegada, tranquila, dulce, protectora, con ideas firmes, muy práctica, y algo perezosa, fiable, y con ciertas dificultades para tomar una decisión. Si esta persona vive en un espacio donde predomina elementos tierra como por ejemplo: colores marrones, beige, neutros, un espacio excesivamente previsible, formas cuadradas, etc. Lo que puede suceder es que puede fallar el equilibrio del flujo de los 5 elementos.

Si, el exceso de un elemento, provoca la carencia de otro.

La falta de dinamismo, actividad puede llevarlo a una actitud más pasiva, una mayor dificultad en la toma de decisiones, y en consecuencia a un aumento en la retención de líquidos, entre otros síntomas.

Pero no, no estoy diciendo que los colores marrones pueden provocar dificultades digestivas! sino que el exceso de un elemento puede desajustar el flujo energético de una persona.

¿Por qué?

Por que la frecuencia que le emite ese espacio a nuestro amigo nos habla del estancamiento, de conservar, de retener. Y precisamente esta persona necesita drenar energía hacia el exterior. Potenciar el movimiento, la actividad, fluir... (si a la MTC me remito: generar agua)

Y en cuanto al hábita:

Rodearse de un espacio que la información que le ofrezca sea la del movimiento, el fluir, el cambio, la actividad, y disciplina.

El orden de los 5 elementos y equilibrio entre el yin-yang en esta ciencia es fundamental.

La filosofía del feng-shui nos habla no de la búsqueda de la perfección, sino del equilibrio. Y cada uno tiene el suyo.

El feng-shui puede decorar espacios, no hay problema, pero si damos un paso más podemos ayudar a equilibrar nuestra personalidad, y nuestra esencia.

Meritxell Margarit

Consultora Feng Shui Tradicional

BaZi Life Coach

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